lunes, 19 de noviembre de 2007

Treize à table

Ni son 13 ni esperan sentados a la mesa, pero como los supersticiosos personajes de la obra homónima de Marc-Gilbert Sauvajon o la película de André Hunebelle, los seis componentes de este grupo nacido en 2000 en Roubaix (Nord-Pas de Calais), al norte de Francia, tienen por objetivo principal motivar a otros comensales para que participen de su festejo.

Y es que viendo cómo baila la gente durante sus conciertos y el seguimiento que tienen por parte de un público entusiasta y entregado, uno entiende rápidamente que Treize à table es, sobre todo, un grupo de directo... Ya llevan más de 300 conciertos y actualmente se hallan inmersos en una gira por Estados Unidos y Canadá.

Treize à table es fruto de un doble encuentro: el de la canción francesa con las músicas del mundo, y el de Alexis Lemistre, cantante del grupo, con unos jóvenes músicos salidos del conservatorio de jazz: David Remy, alias “El Manos” (guitarra), Sébastien Wacheux, alias “Gato gordo” (bateria), Thibault Hien, alias “La Máquina” (saxofón y flauta), Cyrille De Haes, alias “El belga” (contrabajo), y Jeoffrey Arnone (acordeón).

Su primer álbum Antonymes (Antónimos), aparecido en 2003, dejaba ver que este grupo es inclasificable desde el punto de vista musical. Les encanta la experimentación sonora, las composiciones originales y la utilización de instrumentos tradicionales, como el acordeón o el saxofón, para interpretar temas, en ocasiones, muy modernos. Digamos que les gusta sorprender e innovar. En sus melodías, a la base alegre y ligera de la vieja canción francesa, vienen a añadirse los ritmos del jazz, la bossa nova, las músicas latinas, orientales, zíngaras y el ska. Muestra de ello es la canción “Gloups” extraída de su segundo álbum La gaîté des pavés (La alegría de los adoquines o, en un sentido más amplio, La alegría de las calles), publicado en 2006.

Las letras de Treize à table sorprenden tanto por su estilo como por su congruencia y, por ello, recuerdan a las de otro grupo francés: Têtes raides. Con una escritura que oscila entre la crónica social y los cuadros de carácter, las canciones de Treize à table están salpimentadas con un buen toque de ironía y humor negro. De vez en cuando, incluso, el tono varía y se acerca al de la historia cotidiana, más contada que cantada.

Como no podía ser de otra manera, Treize à table es un grupo comprometido con la tolerancia y con los movimientos antifascistas. Cabe señalar también su colaboración regular con el festival Defi SIDA, que tiene como objetivo principal recaudar fondos para la asociación Stop SIDA.

Terminamos con “Les tempêtes” (Las tempestades), con la que Treize à Table nos acerca, con sus aires de acordeón y su letra ácida y realista, al día a día de dos viejos tortolillos: el amor, la vida y la libido se dan cita en esta canción, que tiene como base la Sonata para piano de Beethoven titulada “Tempestad”. El vídeo clip de animación fue el preferido de la cadena M6 en marzo de 2006 y está incluido, junto a numerosas actuaciones y un making off de la grabación en estudio, en el DVD que acompaña al álbum La gaîté des pavés (La alegría de las calles).

Para más información, pincha aquí. Y si quieres escuchar el espacio que les dedicamos en Radio 5 pulsa Play




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Treize à table - Les tempêtes
Extrait de l’album La gaîté des pavés

On a traversé des tempêtes
On s´est déchiré bien souvent
Le sang m´est monté à la tête
Tu as pleuré des océans
Nous avons sans cesse écopé
Le coeur de nôtre embarcation
Qui sur les fleuves des bien-aimés
Prenait les vagues de nos passions

[au Refrain I (x2)]

Vingt ans d´amour et l´amour vache
prend la place de la libido.
On n´y peut rien, c´est qu´on s´attache
même si on n´grimpe plus au rideau


Le vent de son souffle a tenté
de raser jusqu´aux fondations
La bâtisse fondée par l´union
fragilisée par les saisons
Que de fois nous avons planté
le blé doré de l´affection
pour le retrouver décimé
par les orages et les grêlons !

[au Refrain II (x2)]
Trente ans d´amour et l´amour vache
prend la place de la libido
On n´y peut rien, c´est qu´on s´attache
même si on n´grimpe plus au rideau


Puis l´âge nous a rendus beaux cons
De nos bars: messes sous les girons
Y´a plus de place pour la tendresse
L´amour des vieux sent la paresse

[au Refrain III (x6)]
Cents ans d´amour et d´amour vache
font de nous d´autres tourtereaux
On n´y peut rien, c’est qu’on s’attache
en vieillissant à nos vieux os

Treize à table – Las tempestades
Extraído del álbum La gaîté des pavés

Atravesamos tempestades,
nos desgarramos muy a menudo:
la sangre me subió a la cabeza,
tú lloraste océanos,
achicamos sin cesar
el corazón de nuestra embarcación
que sobre los ríos de los bien amados
tomaba las olas de nuestras pasiones.

[Estribillo I (x2)]
Veinte años de amor y el amor cabrón
ocupa el lugar de la libido.
Nada se puede hacer, nos apegamos
incluso si ya no trepamos a las cortinas

El viento intentó con su soplo
arrasar hasta los cimientos
la obra cimentada por la unión
fragilizada por las estaciones.
¡Cuántas veces hemos plantado
el trigo dorado del afecto
para descubrirlo diezmado
por las tempestades y el granizo!

[Estribillo II (x2)]
Treinta años de amor y el amor cabrón
ocupa el lugar de la libido.
Nada se puede hacer, nos apegamos
incluso si ya no trepamos a las cortinas

Luego la edad nos convirtió en gilipollas
De nuestros bares: misas bajo los jirones
No queda lugar para la ternura
El amor de los viejos huele a pereza

[Estribillo III (x6)]
Cien años de amor y de amor cabrón
hacen de nosotros otros tortolillos.
Nada se puede hacer, nos apegamos
envejeciendo a nuestros viejos huesos.

1 comentario:

nAxEtE dijo...

La musica francesa es tan buena como las demas, pero tiene menos glamour.Sus compositores mas importantes son Abd Al Malik,Treize à table,Koxie...