lunes, 19 de mayo de 2008

Katerine

Travestismo, dandismo, poesía, escritura automática, escatología, excentricidad, aire retro, vino blanco y muchas ostras: el de Katerine es un complejo universo que explora los límites de la frivolidad y declara una batalla sin tregua a la apariencia de heroicidad que destila la música de hoy en día. Consciente de las implicaciones de la sociedad del espectáculo, Katerine no se toma en serio: “No veo diferencia entre lo que se refleja en mis vídeos y lo que veo por las mañanas reflejado en el espejo.” Lo suyo es una denuncia constante de la ficción: pura teatralidad. Y su música, asimilada no en pocas ocasiones a la corriente easy-listening de mediados de los 90, es, según el propio cantante, “música chicle”, de usar y tirar. ¿O será que juega una vez más a la falsa ingenuidad? ¿Qué pensar de la imagen de un ejercicio de gente robotizada enfundada en diminutas prendas de tejido tecnotermotáctil?

Philippe Blanchard (Katerine) nació el 8 de diciembre de 1968 en Chantonnay (Vendée) en el seno de una familia católica tradicional. El pequeño Philippe, de salud frágil (a los ocho años fue operado a corazón abierto), mostró pronto un claro interés por la música y el arte. Gracias a su tío, se inició en la guitarra tocando ritmos brasileños. Luego, compró una grabadora de ocho pistas y ese fue el detonante de todo lo que vendría después.

Y ese después corre paralelo a sus estudios de artes plásticas en Rennes, sus dotes como jugador de baloncesto profesional y sus labores como proyeccionista de cine, presentador de noticias de radio, empleado en un matadero, trabajador en una empresa de automóviles o profesor de gimnasia en una escuela rural.

En su adolescencia, formó parte de varias formaciones, entre las que cabría destacar el grupo Linda en el que coincidió con Dominique A. Coincide también con Dominique en su gusto por la música anglosajona cuya influencia se palpa claramente en sus primeros trabajos de corte pop y cándido regusto azucarado.

En noviembre de 1991, apareció su primer álbum: Les mariages chinois (Las bodas chinas) al que seguiría un año más tarde Les mariages chinois et la relecture (Las bodas chinas y la relectura) que contenía eso, una canción más. Y, en 1994, tras el nacimiento de su hija Edie, edita L’éducation anglaise (La educación inglesa). Estos primeros trabajos de Katerine son difícilmente clasificables tanto por su cultivo de las formas breves como por la variedad de sus influencias, que van desde la música anglosajona, de la que hablábamos antes, a la bossa nova pasando por la chanson de los años 60. En ese momento de su carrera, a Katerine le resultaba penoso escucharse a sí mismo y le desagradaba profundamente su propia voz. Por ello, dejó que fueran su hermana y su pareja las que cantasen sus temas. En “Un après-midi à Paris” (Una tarde en París), la que canta es Anne (aunque en el vídeo clip se les ve a los dos).


En 1996, aparece Mes mauvaises fréquentations (Mis malas compañías). La presencia de nuevos instrumentos y de nuevas voces (Erin Moran, Rachel Fandi, Valérie Leulliot) aportan frescura y madurez a un Katerine que, por fin, se decide a cantar él mismo sus canciones. Quizás porque éstas son también más personales. Tras la salida del disco, Katerine encadena varias giras que le permiten ir ganando confianza en sí mismo y en su voz. Y es que lo de este chico parece ser la duda. O, al menos, eso es lo que se desprende de su primer éxito: “Mon coeur balance” (Mi corazón vacila).


Katerine, que empieza a ser cada vez más conocido, colabora con otros artistas. La lista es inmensa: The Little Rabbits, Elliot, la japonesa Kahimi-Karie, BMX Bandits, Mercedes Audras, las hermanas Winchester, The Legendary Jim Ruiz, Doriand o Françoiz Breut. De entre todas sus colaboraciones, cabe destacar su presencia permanente en los trabajos de su pareja Helena Noguerra así como el disco Une histoire d’amour (Una historia de amor) que escribió en 1999 para la actriz Anna Karina.

Ese mismo año 1999, apareció un doble álbum que contenía L’homme à trois mains (El hombre con tres manos) y Les créatures (Las criaturas). El primero es un disco muy personal, especie de diario íntimo escrito en la soledad de su apartamento. El segundo es un disco de apariencia easy-listenning, ampuloso y amargo, insolente y sofisticado, compuesto en colaboración con el trío de improvisadores The Recyclers. Dos discos contrarios y complementarios: una puesta al desnudo a juzgar por las portadas de ambos. Katerine parece encontrar el tono que mantendrá a partir de ese momento. Buena muestra de ello es el tema “Poulet nº 728120”, que adelanta la noción de deshumanización de su último trabajo, o el hit “Je vous emmerde” (Que os jodan).


Con la llegada del nuevo milenio, Katerine diversifica su actividad e inicia su relación con el cine. En 2000, aparece junto a Margot Abascal en el cortometraje Nom de code: Sacha (Nombre en clave: Sacha) de Thierry Jousse, en el que Katerine, que también firma la banda sonora, hace de sí mismo intentando seducir a una striper. En 2002, hace una breve aparición junto a Anna Karina en la película La vérité sur Charlie de Jonathan Demme y compone la banda sonora de la película Un homme un vrai de los hermanos Larrieu, con los que volvería a colaborar en 2005 como actor y compositor de la banda sonora de Peindre ou faire l’amour (Pintar o hacer el amor).

Al mismo tiempo que coquetea con el mundo del celuloide, Katerine sigue componiendo y, en enero de 2002, vuelve al estudio con The Recyclers para grabar un nuevo álbum, 8ème ciel (El octavo cielo), rico en temas bailables, sicodélicos o corrosivos como este “Mort à la poésie” (Muerte a la poesía).

Tras su gira de 2003, Katerine se lanza a realizar sus propios proyectos cinematográficos. Empieza con un cortometraje, 1km à pied (Un kilómetro a pie), antes de rodar el largo Peau de cochon (Piel de cerdo), que presenta a su autor de forma negativa como una persona celosa. Esta especie de diario documental no encontrará distribuidor hasta 2005, fecha de publicación de su último trabajo.

Con Robots après tout (Robots después de todo), cuyo título habría que poner en relación con el Human after all (Humanos después de todo) de Daft Punk, Katerine conoce el éxito absoluto. Llegan las miles de copias vendidas, la espectacular gira internacional junto a la "secta (des/in)humana", el correspondiente DVD en directo y las nominaciones al Prix Constantin y a las Victoires de la Musique en 2006. El disco contiene una decena de títulos bailables con letras que hablan de eyaculación precoz en “Excuse-moi” (Discúlpame), de expectativas no cumplidas de la ciencia ficción futurista o catastrofista en “78-2008”, de críticas dirigidas hacia su película en “Après-moi” (Después de mí), de satisfacción y autocomplacencia en “100% VIP” o del delirio de un DJ en “Louxor, j’adore” (Louxor me encanta).



Y la historia podría acabar ahí, si no fuera porque Katerine está empeñado en explorar nuevos espacios de creación. Llega pues la hora de la danza, las conversaciones grabadas, el jazz y la literatura. En 2006, Katerine presentó junto a Mathilde Monnier un espectáculo de danza a partir de las canciones de Robots après tout. Después participó, junto a JP Nataf, Bárbara Carlotti y Helena Noguerra, en esa loca conversación a la mesa que, bajo el título Imbécile, grabó y musicó Olivier Libaux, co-fundador de Nouvelle Vague. Ya en 2007, Katerine publicó junto a Alban Darche un disco de jazz titulado Legroscube vs. Katerine y sacó a la venta esa especie de diario gráfico que constituye el libro Doublez votre mémoire (Aumente su memoria). ¿Qué otras sorpresas nos deparará Katerine?

Para más información, pincha aquí.

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Katerine – « Louxor j’adore»
Extrait de l’album Robots après tout (2005)

J'adoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Regarder danser les gens.
Ah, j'y retourne souvent
Au bar du Louxor
Regarder danser les gens.

J'adore, j'adore, j'adore,
J'adore, j’adore, j'adooooooore,
Les institutrices, puéricultrices,
Administratrices, dessinatrices,
Les boulangers, les camionneurs,
Les policiers, les agriculteurs,
Les ménagères, les infirmières,
Les conseillères d’orientation, les chirurgiens,
Les mécaniciens… les chômeurs.

J'adoreeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Regarder danser les gens
Et, de temps en temps,
Je coupe le son…
Et je remets le son…
Je coupe le son…
Je remets le son
Et je recoupe le son
Et, attention, je remets le son.
J'adoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeee.

Les gens arrêtent de danser
Se demandent qui a coupé
Et commencent à m'encercler
Et là je me sens en danger.
Alors je leur dis : « Prenez-moi
Faites de moi n'importe quoi,
Pendez-moi la tête en bas
Comme la dernière fois ».

J'adoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
Regarder danser les gens.
Ah, je trouve ça fascinant
Au bar du Louxor
Regarder danser les gens.
Oh, oh, j'adore, j'adore,
J'adore, j'adore, j’adore,
J'adoreeeeeeeeeee
Et je coupe le son
Et je remets le son
Et je recoupe le son….
Je remets le son
J'adoreeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee,
J'adore,
J'adore,
J'adore,
J'adore… et je coupe le son.

Katerine – «Louxor me encanta»
Extraído del álbum Robots après tout (2005)

Me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanta
ver bailar a la gente.
Ah, vuelvo a menudo
al bar Louxor
a ver bailar a la gente.

Me encantan, me encantan, me encantan,
me encantan, me encantan, me encaaaaaantan,
las maestras, puericultoras,
administrativas, diseñadoras,
los panaderos, los camioneros,
los policías, los agricultores,
las amas de casa, las enfermeras,
las orientadoras, los cirujanos,
los mecánicos… los parados.

Me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanta
ver bailar a la gente.
y de vez en cuando
corto el sonido…
y vuelvo a poner el sonido…
Corto el sonido…
Vuelvo a poner el sonido
y vuelvo a cortar el sonido
y, atención, vuelvo a poner el sonido.
Me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanta

La gente para de bailar,
se pregunta quién lo ha cortado
y empieza a rodearme
y me siento en peligro.
Y entonces les digo: “Tomadme
haced de mí lo que sea,
colgadme cabeza abajo
como la última vez.”

Me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanta
ver bailar a la gente.
Ah, lo encuentro fascinante
en el bar Louxor
ver bailar a la gente
Oh, oh, me encanta, me encanta,
me encanta, me encanta, me encanta,
me encaaaaaaaaanta
y corto el sonido
y vuelvo a poner el sonido
y vuelvo a cortar el sonido….
vuelvo a poner el sonido.
Me encaaaaaaaaaaaaaaaaaaaanta
me encanta,
me encanta,
me encanta
me encanta… y corto el sonido.

2 comentarios:

Federica Pulla dijo...

Oh!

Mi pequeña contribución a la causa

http://federicapulladixit.blogspot.com/2008/05/francia.html

Chris dijo...

Une chanson à mettre la pêche, cette marcia baila...
Excellent programme et excellent blog.
Merci de penser aux français qui vivons en Espagne et d'aider les enseignants à avoir plus de choix pour faire écouter des chansons à nos élèves...