
En 1998 se publica su segundo álbum, que por ser el segundo también es doble. El primer disco consta de 13 temas llenos de letras sombrías, de demonios, de venganza, sexualidad, hipocresía..., el segundo también consta de 13 temas, pero sin letra, todos son instrumentales. Jérôme Minière se confirma en su gusto por la exploración electrónica y la creación de atmosferas. El álbum se titula La nuit éclaire le jour qui suit (La noche ilumina al día que sigue). Un disco lleno de sombras y angustias que contrastan con esa imagen de tímido y risueño que proyecta su autor, quien en relación a este trabajo dice: "Todas mis angustias las paso a mi cuerpo. Por eso hago música, para salir de mi cuerpo. Nunca he hecho música por el simple hecho de hacerla, como si fuera un trabajo: siempre la he hecho por necesidad, para esconderme". Aprovechando la presentación del disco Jérôme y sus músicos actúan en varios festivales: Transmusicales de Rennes, Francofolies de Montreal, Printemps de Bourges, así como en numerosas ciudades europeas y de Quebec, donde definitivamente se instala.

En 2001 aparece un álbum totalmente electrónico y que forma parte de un proyecto que luego desarrollará en otros discos posteriores. El álbum se titula Jérôme Minière presente Herri Kopter, y a parte de servirle para presentar a este personaje le sirve para hacerse con el premio Felix al mejor álbum de música electrónica que concede la Asociación de la industria discografica de Quebec (ADISQ). Con el siguiente disco también consigue otro premio Felix al mejor Autor-compositor. El disco se titula Petit Cosmonaute (Pequeño Cosmonauta) y consta de 14 canciones elegantes, con letras impresionistas y música mezcla de swing acústico y electrónica. Con la aparente simplicidad de un pequeño cosmonauta que comtempla un pequeño planeta Jérôme analiza la complejidad de nuestra existencia. Aprovechando el tirón del disco en 2003 emprende gira por Europa: Francia, Suiza, Bélgica, Alemania... Al mismo tiempo participa en un espectáculo de cuentos junto al quebequés Michel Faubert.
En 2004 vuelve al personaje de Herri Kopter y lanza un nuevo disco Chez Herri Kopter (En casa de Herri Kopter), en el que está incluida la canción que podéis escuchar en el siguiente video, "Complainte d'un produit de l'imagination" (Canción triste de un producto de la imaginación).
En 2007 aparece, por fin, un nuevo disco de canciones sin artificios, con instrumentos clásicos y textos concisos, se titula Coeurs (Corazones). Un disco elaborado con meticulosidad y cuya música ha sido calificada por algunos como "folktrónica". Para ilustrarlo visualmente Jérôme pidió a sus seguidores que le mandaran video-clips sobre las canciones del álbum. A continuación os mostramos parte del resultado. La primera canción se titula "Étincelles" (Destellos).
La siguiente se titula "Trains" (Trenes) y es la canción que hemos elegido para traducir a continuación.
Para más información, pincha aquí.
+++
Jérôme Minière – « Trains »
Extrait de l’album Cœurs (2007)
Les trains deviennent ennuyeux à la longue
Cela ne ressemble plus au premier voyage
Enfin bon la nuit parvient encore
À nous faire croire un tas de choses
Un tas de choses
Revenu d’à peu près toute croyance
L’existence, un désert immense
Enfin bon la nuit parvient encore
À nous faire croire un tas de choses
Un tas de choses
Avoir été cynique n’a pas suffit
Il faut se rendre à l’évidence
C’est un bonheur de croire un tas de choses
comme un enfant, un débutant
Un tas de choses
Les trains deviennent ennuyeux à la longue
Cela ne ressemble plus au premier voyage
Mais il faut bien se rendre à l’évidence
C’est un bonheur de croire à tant de choses (x 4)
Extraído del álbum Cœurs (2007)
A la larga los trenes se hacen aburridos
Aquello ya no se parece al primer viaje
Bueno al final la noche consigue otra vez
hacernos creer en un montón de cosas
un montón de cosas
De vuelta de, más o menos, toda creencia
La existencia, un desierto inmenso
Bueno al final la noche consigue otra vez
hacernos creer en un montón de cosas
un montón de cosas
Haber sido cínico no fue suficiente
Hay que rendirse a la evidencia
Es una suerte creer en un montón de cosas
como un niño, un principiante,
un montón de cosas
A la larga los trenes se hacen aburridos
aquello ya no se parece al primer viaje
pero hay que rendirse a la evidencia
Es una suerte creer en tantas cosas (x 4)